La vinculación del pimiento con La Rioja está documentada desde mitad del siglo XIX y, a finales de ese siglo, existe constancia de que el pimiento riojano se consumía en todo el país.
En Conservas Bartolomé la recolección se realiza siempre de forma manual, asegurando en todo momento el buen estado del fruto hasta su entrada en los almacenes o empresas de transformación, donde sólo los pimientos de la mayor calidad serán amparados por la IGP Pimiento Riojano.